La Mantis religiosa se trata de un artrópodo (animales invertebrados con apéndices articulados) cuyo género y especie es Mantis religiosa, siendo sus parientes más cercanos determinados por pruebas moleculares y morfológicas las cucarachas y termitas.
El extraño nombre de este insecto proviene de la posición de sus patas delanteras que mantienen recogidas como si estuviera rezando. Su cuerpo es delgado, su longitud puede llegar a unos 7,5 centímetros. Tiene una coloración variada entre verde brillante, grisácea o marrón, colores que le permiten perderse entre la vegetación y evadir a sus depredadores.
La cabeza de la Mantis religiosa es de forma triangular y móvil, los ojos están ubicados a ambos lados de esta y le dan una visión completa. Sus patas están provistas de espinas que utiliza como trampa para atrapar las presas.
Este insecto es solitaria, de hábitos diurnos y muy rápida cuando de atrapar su alimento se trata, por lo general cuando está sobre una hoja está inmóvil y pasa desapercibida por su coloración.
Tiene un comportamiento poco lógico dentro de la naturaleza, pero nada extraño ya que lo practican también otros animales, más no en el mismo contexto, ella luego o durante el apareamiento devora al macho (canibalismo sexual).
Siempre en la cadena alimentaria de cualquier hábitat existen los depredadores y la Mantis religiosa tiene los suyos, entre los que podemos mencionar las aves.
Este insecto en ocasiones es perseguido por creer que es venenoso o por destruir cultivos, pero nada más lejos de ser realidad, ya que no es venenoso y mantiene en equilibrio la población de otros insectos de los que se alimenta.
¿Dónde habitan las mantis religiosas?
Las mantis religiosas es una especie que se adapta muy bien al entorno donde vive. Suele posarse en ramas, hojas y tallos, en matorrales, bosques húmedos, donde por su color pasa prácticamente desapercibida.
Este insecto es originario del Norte de África, Europa, Asia. Fue introducida artificialmente en Norte América, en la actualidad se considera su presencia en todo el mundo donde pueda encontrar un clima templado y con diversidad de vegetación.
Este insecto se encuentra con mayor frecuencia en zonas de campo y huertas, pastizales o lugares poco intervenidos por el hombre.
La mantis religiosa prefiere los bosques caducifolios y las zonas de matorrales, encontrándose una gran variedad de ellas distribuidas en los distintos continentes del planeta.
Alimentación de la mantis religiosa
La Mantis religiosa es un insecto carnívoro exclusivamente. La técnica de ataque utilizada por este insecto es el acecho, permaneciendo absolutamente inmóvil delante de sus víctimas, utilizando su agudo sentido de la vista y la movilidad de su cabeza (capaz de mover 180º). Mantiene sus patas delanteras replegadas en espera de atacar, una vez ataca utiliza los bordes espinosos de sus patas para aferrar la víctima y poderla ingerir.
Este insecto no tiene una predilección en su alimentación, suele consumir invertebrados como grillos, saltamontes, hormigas, gusanos de harina, moscas y aunque parezca increíble se tienen reportes de Mantis ingiriendo pequeños ratones, colibríes y lagartijas.