Los lirones son pequeños animales ideales como mascotas, ya que son juguetones y debido a su diminuto tamaño se le puede tener en pequeñas jaulas. Cuidar a estos animales es una actividad placentera que inicia desde el momento que se prepara su alojamiento y centro de diversión, ya que para que se mantenga saludable debe realizar grandes periodos de ejercicios que logran a través de juguetes en los que se puede entretener.
La alimentación de los lirones debe ser colocada en recipientes de porcelana o de vidrio para evitar que sea devorada por estos hambrientos animalitos. Es muy común ver que un lirón mueve de un lugar a otro su alimento dentro de su jaula, y esto se debe a que el lirón en libertad guarda alimentos para el invierno y aunque se encuentre en pequeños espacios este rasgo les persigue.
Características de los lirones
Estos animalitos pueden alcanzar los 15 centímetros, con un par de orejas distintivas y manchas que le simulan portar un antifaz, su peludo cuerpo y complexión gruesa le hacen parecer un pequeño peluche. La cola de estos simpáticos animales puede regenerarse fácilmente y es una herramienta de escape cuando un depredador le ataca. Su promedio de vida puede alcanzar los tres años siempre y cuando se alimente adecuadamente.
La reproducción de estos animales es abundante, una hembra puede tener hasta 5 crías en el primer parto, los cuales alimentara durante treinta días aproximadamente, durante la segunda camada pude incrementar a 7 el número de crías. En esta etapa tanto la madre como las crías deben contar con la alimentación adecuada.
¿De qué se alimentan los lirones?
Los vegetales abarcan gran parte de la dieta de los lirones y gracias a la forma de sus dientes se le facilita el consumo de alimentos más sólidos como cereales, semillas o frutos secos. Es una animal que entre su dieta también ha incluido pequeños invertebrados como hormigas, caracoles y arácnidos, los cuales le proporcionan proteínas que estimulan su crecimiento y desarrollo. Hay quienes afirman que los lirones son capaces de alimentarse de otras crías de roedores, su dieta es tan variada que incluso se le ha observado alimentándose de pequeñas aves y conejos.
Los lirones no tienen hora específica para alimentarse, durante la noche pueden mantenerse inquietos en busca de alimento y durante el día tienen periodos de sueño, por tal razón tienen la apariencia de perezosos. El estado de salud de un lirón depende mucho de la alimentación que se le proporcione, las semillas y frutos secos le proporcionan grasas, minerales y vitaminas que le son de gran beneficio en el desarrollo.
Durante las épocas de invierno pueden llegar a convertirse en caníbales y devorar a los de su misma especie, aunque este fenómeno no sea tan frecuente no es de extrañar cuando sucede ya que los lirones pueden adaptarse muy rápidamente a diferentes dietas. Una dieta saludable debe incluir vegetales verdes, bellotas y flores silvestres. Alimentar adecuadamente a un lirón aumentara sus posibilidades de reproducir una mayor cantidad de crías durante su vida.