¿Qué comen las morsas?

Las morsas son unos de los animales más característicos de las zonas árticas, zonas de las que han sido parte desde hace muchos años y donde han vivido de manera muy sociable en manadas enormes que pueden ser vistas en las costas árticas.

En esta zona las morsas también han sido una fuente de alimento importante para las personas que viven en el área, las cuales utilizan de forma muy respetuosa.

¿Qué come la morsa?

La morsa

Las morsas son extremadamente fáciles de reconocer debido a su gran tamaño, además poseen dos colmillos gigantescos que se pueden ver claramente tenga o no tenga la boca cerrada. Son muy lentos, normalmente se les puede ver caminando en tierra a cuatro kilómetros por hora, esto se debe a su gran tamaño y a que las extremidades que poseen son aletas que las ayuda a moverse más rápido debajo del agua, aun así, de ser necesario, son capaces de correr hasta veinte millas por hora por cortos periodos de tiempo.

La morsa siente un profundo deseo de contacto físico con las otras morsas, por eso es que se les puede ver siempre muy unidas cuando se encuentran en manada, lo más probable es que sea para mantener un calor corporal óptimo para su supervivencia.

En algún momento de la historia las morsas fueron consideradas un animal en peligro de extinción debido a sus bajos números poblacionales, pero diferentes acciones llevadas a cabo por esta razón mejoraron dicho detalle y hoy en día ya no se consideran animales en peligro de extinción. Aun así se sigue teniendo en la mira la vida de las morsas, pues el calentamiento global, un problema bastante presente en nuestro tiempo, afecta directamente la vida de las morsas de una manera negativa.

Alimentación de las morsas

Su alimentación se basa netamente en animales que se pueden encontrar en el fondo del mar, principalmente se alimentan de moluscos y almejas, pero suelen simplemente comer lo que encuentran, así que además de eso suelen comer camarones, cangrejos, gusanos y corales. Algunos estudios revelaron que ciertas focas, de ser necesario, comerían otras focas y aves, normalmente esto sucede únicamente con focas de mayor tamaño que no encuentran el sustento necesario en alimentos comunes.

Otros estudios han revelado que las morsas muestran una especie de adicción después de comer focas por primera vez, lo que las lleva a tener la necesidad de comer más focas en el transcurso de su vida. En casos donde las morsas comen demasiadas focas en su vida, terminan con manchas en la piel debido al exceso de grasa.

Morsa

Otro dato a destacar es que, en casos muy raros donde las morsas no consigan suficiente alimento para sobrevivir, éstas tomarían el camino del canibalismo, y se comerían a los ancianos y enfermos de la manada, en el peor de los casos llegan a comerse a los jóvenes. A pesar de mostrar esta conducta caníbal no deben pensar que es la naturaleza de la morsa, esto sólo sucede en casos muy extremos.

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