A diferencia de lo que muchas personas piensan, los orangutanes no son monos, son simios, e incluso de los más inteligentes que hay. Son capaces de comunicarse de maneras muy claras, resolver problemas y adaptarse rápidamente a nuevas situaciones, esto se puede ver reflejado en su manera solitaria de ser.
Lo normal es que estos animales se las manejen solos el resto de su vida después de dejar a su madre, de hecho, la única vez que se ven dos orangutanes en convivencia es en el tiempo que debe pasar el orangután con su madre después de nacer, tiempo que suele rondar los siete años después de su nacimiento.
El orangután
Los orangutanes son muy grandes, de hecho son la especie más grande entre las que viven sólo en los árboles; su pelaje es rojizo, largo y delgado, son bastantes distinguibles gracias al color de su pelaje y su tamaño. Se tiene la creencia de que el orangután está cercanamente relacionado con el hombre debido a su apariencia e inteligencia, también se caracteriza por tener una fuerza tremenda, pero muchos piensan lo contrario por su manera de ser.
Son simios que viven una vida muy “aburrida”, aunque para ellos es vida, en la mañana buscan algo para comer, luego toman un siesta larga para posteriormente jugar un rato, volver a comer y dormir toda la noche. A pesar de esta naturaleza pacífica y de que tienen buenas herramientas para defenderse, la población de orangutanes se ha disminuido significativamente en los últimos años, esto se debe más que todo a que son unos animales muy lentos y que las pocas veces que se encuentran con un depredador, no logran escapar, también tiene un poco que ver con la baja tasa de natalidad que presentan, apareándose cada siete u ocho años.
Alimentación de los orangutanes
Técnicamente toda la dieta de los orangutanes se basa en fruta, fruta y más fruta, aunque a veces en tiempos de escasez, y si la situación lo requiere, pueden llegar a comer insectos, ramas, hojas y otras clases de plantas. Se caracterizan por tener un gran sistema digestivo con el cual son capaces de ingerir una gran cantidad de alimentos, además que son capaces de procesar sin mayor problema un tóxico que se encuentra en algunas frutas, llamado Estricnina Alcaloide, toxina que para muchos podría ser mortal, al orangután sólo le produce una salivación excesiva temporal.
Su inteligencia también los hace ser un poco quisquillosos a la hora de comer, en épocas de abundancia ignoran ciertos alimentos en busca de las frutas de su preferencia, por otro lado, cuando están comiendo cualquier fruta, suelen deshacerse de la corteza para poder concentrarse en el jugo y la pulpa.
También se sabe que los orangutanes, al llegar a un momento extremo donde no logran conseguir los suministros necesarios para su alimentación, son capaces de atrapar aves pequeñas para poder comérselas, a pesar de esto se les sigue considerando un animal herbívoro que come frutas el 40% del día.